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¿Qué sucede cuando faltan piezas dentales?

Mar 22, 2018
 ¿Qué sucede cuando faltan piezas dentales?
Cuando se pierden una o varias piezas dentales, la mayor preocupación suele estar relacionada con lo estrictamente estético. E incluso, es común que algunas personas dilaten el reemplazo de las piezas perdidas por otras nuevas,...

Cuando se pierden una o varias piezas dentales, la mayor preocupación suele estar relacionada con lo estrictamente estético. E incluso, es común que algunas personas dilaten el reemplazo de las piezas perdidas por otras nuevas, por creer que si no se ven no hay consecuencias en el corto y el largo plazo. Sin embargo, esto dista mucho de ser real.

La pérdida de dientes trae aparejada consecuencias que se deben tener en cuenta y que van más allá de la estética.

En primer lugar es importante saber por qué se produjo la pérdida de la pieza dental. Por lo general, esto es consecuencia de problemas en las encías o de un diente que tuvo problemas severos en su raíz a causa, por ejemplo, de caries muy expandidas o mal tratadas.

Si bien muchas veces es inevitable la pérdida de piezas dentales propias, es importante que el dentista siempre trate de salvarla.

En el caso que sea inevitable la extracción, o que se haya sufrido la pérdida a causa de algún golpe, el dentista implementará el primer paso que es extraer y dejar ese espacio en condiciones para tratarlo posteriormente. Si este tratamiento posterior es dejado por el paciente para otro momento o no tenido en cuenta las consecuencias serán varias y podrían traer problemas mayores.

La falta de un diente o varios de ellos provoca el desgaste del hueso, ya que este necesita del accionar conjunto con la pieza dental para poder mantenerse en su forma adecuada. Si esto no sucede, la reducción de la estructura ósea afectará directamente a la mandíbula, y esto, puede hasta provocar deformaciones en el rostro.

Otras consecuencias de la pérdida de dientes y el desgaste ósea, son el cambio en el tono de voz, la modulación puede empeorar sustancialmente.

También se ven directamente afectadas las encías, ya que el diente ya no funciona como intermediario, y el alimento toca la encía, lo que puede producir desgaste, sangrado e infecciones.

El mal aliento es otras de las consecuencias desagradables de perder las piezas dentales, ya que la limpieza de la boca es mucho más compleja de llevarla a cabo.

Cabe destacar que perder uno o varios dientes no solo influye en la zona afectada, sino también en los dientes sanos. Esto sucede por el desplazamiento que empieza a darse dentro de la boca al existir un espacio vacío.

Sin embargo, esta situación es fácilmente corregible. Existen muchas herramientas, desde implantes dentales a carillas de distintos materiales, que no solo le permitirán renovar su sonrisa sino que además le evitarán situaciones de dolor e incluso de diagnóstico complejo y con pocas posibilidades de resolver.