Lo que antes parecía cosa de niños, de a poco fue volviéndose una cuestión normal entre adultos. La ortodoncia, que hace unos años era impensada en mayores de 30, 40 años, incluso de veinteañeros, hoy parece haber cambiado su destino.
Lo que antes parecía cosa de niños, de a poco fue volviéndose una cuestión normal entre adultos. La ortodoncia, que hace unos años era impensada en mayores de 30, 40 años, incluso de veinteañeros, hoy parece haber cambiado su destino.
Tanto por cuestiones de salud bucal como de estética, la ortodoncia ha pasado a un nuevo plano. Pero ¿es lo mismo usarla en la niñez que en la etapa adulta? ¿Da los mismos resultados? ¿Cualquiera puede usarla? ¿Podemos elegir libremente entre las alternativas pedir a nuestro ortodoncista que nos las coloque?
Estas preguntas, que parecieran tener una respuesta fácil y rápida, no deben ser tomadas a la ligera. Ya que el uso de la ortodoncia también requiere un análisis más profundo.
Ciertamente no es lo mismo la ortodoncia en un niño que en un adulto. El menor, en su edad de crecimiento, tiene una movilidad en sus dientes que permite que el trabajo que ejercen estos aparatos especiales para acomodar la dentadura, sea mucho más rápido e incluso hasta más efectivo.
De todos modos, más allá de la rigidez que un adulto ya tiene en su estructura bucal, la ortodoncia puede ser una respuesta efectiva para corregir problemas que pudieran estar afectando nuestra salud bucal o cuestiones de índole estéticas.
Para llegar al punto de la colocación de la ortodoncia, previamente nuestro dentista nos hará una serie de estudios e indicará si es necesario, y dará cuenta de cuál es el tratamiento que se seguirá, y cuál es la necesidad que debemos cubrir, o que exige corrección en nuestra dentadura.
Posterior al diagnóstico, también se deberá controlar que nuestras encías estén sanas, al igual que nuestros implantes estén bien fijos. Incluso, en el caso que estemos a punto de tener una colocación de implante, se recomienda hacerlo posterior al tratamiento de ortodoncia.
Así como la cuestión estética lleva a muchos pacientes a sugerirles a sus dentistas la posibilidad de tener una colocación de ortodoncias para corregir la posición de su dentadura; es también la cuestión estética lo que previene a muchos de querer colocarse estos aparatos. Ante este dilema, muchas veces surge la idea de que uno puede elegir por la ortodoncia alternativa, la transparente. Esto es relativo, ya que todo dependerá del tratamiento que tengamos indicado, no siempre cualquier ortodoncia será apta para el problema a corregir.
De todos modos, más allá de que siempre es más recomendable la ortodoncia en un niño, los expertos recomiendan que este es un tratamiento válido y recomendable también para adultos. El tiempo del tratamiento puede llevar hasta dos años, algunas incomodidades pueden surgir en este período de tiempo, sobre todo en las etapas de ajustes de las ortodoncias. Pero todo puede ser mucho más efectivo, e incluso en menor cantidad de tiempo que el estimado inicialmente, si el paciente cumple al pie de la letra con las recomendaciones del dentista y el ortodoncista.
Las visitas regulares de limpieza y control, el ajuste y control de la ortodoncia, y toda visita que recomiende alguno de los profesionales, además de las indicaciones a tener en cuenta en la vida diaria, al ser cumplidas como se indica, darán como resultado una sonrisa saludable y con dientes en su justo lugar.