La halitosis o mal aliento es un problema muy importante para aquellas personas que lo sufren, ya que conlleva desde cierto rechazo social hasta el posible diagnóstico de una enfermedad aún más compleja.
La halitosis o mal aliento es un problema muy importante para aquellas personas que lo sufren, ya que conlleva desde cierto rechazo social hasta el posible diagnóstico de una enfermedad aún más compleja.
La persona que sufre halitosis no detecta este problema ya que es muy difícil percibir el aliento de uno mismo. Es por esto que un tercero será el que lo sienta. En los círculos íntimos, las personas por cuestiones de no sonar rudas, por lo general no hacen notar esto a la persona que tienen frente y sufre este problema. Por eso es importante el chequeo con nuestro dentista en doral, quién no solo lo notará, sino que indicará la manera de curarlo.
El mal aliento tiene múltiples causas, la más generalizada se encuentra dentro de la cavidad bucal y tiene que ver con una mala limpieza, con problema de encías, placa bacteriana. También con la alimentación, en el caso de la cebolla y el ajo son los alimentos que provocan este estado del aliento, o también ciertos hábitos como el consumo de alcohol o cigarrillos. También, en menos casos pero no pocos, está la parte médica dónde el problema no se origina en la boca sino en órganos internos. El dentista indicará cuando debemos consultar con nuestro médico clínico de ser necesario.
Para evitar este inconveniente, y muchos otros, el cepillado es fundamental. Hacerlo de manera correcta requiere incluir el cepillado de la lengua, sin excepción. Estudios indican que cepillarse sin incluir el sector lingual no completa de manera efectiva la limpieza de nuestra boca. Además, la limpieza de la lengua reduce satisfactoriamente (aunque no por un período muy prolongado) el mal aliento.
Tampoco hay que olvidarse de la importancia que el uso de las escobas o hilos dentales tienen en la limpieza diaria, todo resto de residuos dónde no llegue ni el cepillo, ni nuestro enjuague bucal, será debidamente alcanzado por estos dos accesorios que nos permitirán tener una boca saludable y fresca, a la vez de evitar o reducir la desagradable característica que representa la halitosis.
Una visita anual a nuestro dentista es una pieza fundamental a la hora de prevenir todo tipo de enfermedades bucales. Enfocándonos específicamente en el mal aliento, una visita que incluya una limpieza profunda de nuestra boca, nos quitará la placa bacteriana, fuente principal de los problemas que pueden provocar indirecta o directamente el mal aliento.
En el caso de los enjuagues bucales, son muy útiles, ya que además de tener componentes anti-bacteriales, también tienen sabores del estilo de la menta o mentol, que dan un aliento más fresco.
De todos modos, si con una buena limpieza, visitas regulares al odontólogo y una buena dieta alimentaria el problema persiste, tenemos que asistir a un especialista. El mal aliento, tiene más de 80 causas que lo originan. Algunas, y las más comunes, tienen que ver con lo expuesto anteriormente, pero hay muchas otras que deben ser examinadas por especialistas que indicarán el tratamiento específico a seguir para terminar con el problema.
El cuidado bucal es importante no sólo por lo más importante que tenemos: nuestra salud, sino también nos ayudará a mantener una actitud de más confianza que nos predispone mejor frente a los distintos escenarios de la vida.